Madagascar a través de sus parques nacionales y sus reservas
Madagascar está conocido por su biodiversidad excepcional, para la riqueza de su fauna y de su flora, pero también por sus paisajes únicos en el mundo. Para darse cuenta de ello, embarque sin esperar para la Gran Isla y déjese llevar por la magia del país.
Los parques nacionales en el sur de la isla
Los parques nacionales de Madagascar no son iguales en materia de afluencia. Sin embargo, tienen todo el mismo interés tanto en el nivel de la fauna como en el de la flora. Además, la diversidad de los relieves contribuye plenamente en hacer la belleza de los lugares. Un viaje a Madagascar le da la oportunidad de vivir momentos de emoción intensos.
– El parque de Tsimanampetsotse
El sur del país cuenta muchos parques nacionales que los viajeros todavía no conocen muy bien. Si el parque de Andringitra y el de Isalo son los más frecuentados, el parque de Tsimanampetsotse, a 275 kilómetros de Tuléar y a 40 kilómetros de Anakao estuvo clasificado sitio Ramsar desde 1998. En esta región particularmente árida, el parque y su lago aparecen como un verdadero oasis de vegetación. Los amantes de ornitología podrían y observar de las aves raras y endémicas en su lugar.
– El parque de Andohahela
Continuando su viaje, usted alcanzará Fort-Dauphin y el parque nacional de Andohahela. Cerca del macizo de Anosy, este parque se caracteriza por ecosistemas particularmente diversificados. Bosques secos y selva húmeda se cohabitan ofreciendo una gran diversidad de plantas cuya mayor parte tiene virtudes terapéuticas. Es también en el parque que podemos ver el palmero Dypsis Decaryl que no podemos ver más que aquí.
– La reserva especial del Cabo Sainte-Marie
Siempre en la región, el Cabo Sainte-Marie es una reserva especial del fin del mundo. Se visita a lo largo del año, sin embargo con una preferencia para el período invernal. Los acantilados que sobresalen del mar y que protegen las pequeñas calas del viento ofrecen un paisaje idílico apreciado de todos los que tienen ganas de olvidar el estrés de su vida diaria en la tranquilidad y la belleza de los lugares. Para todavía más placer, hay que venir allí para la observación de las ballenas que migran allí con sus bebés ballenas.
En las otras partes del país, parques nacionales esperan a los turistas preocupados de la preservación de esta biodiversidad. Del este al oeste o del norte al sur, la naturaleza queda generosa y exuberante, reservando muchas sorpresas a los viajeros de paso.
Por: Miranda. Viajes- aventura