Así fue nuestra primera aventura en Asia.
Después de trabajar en Nueva Zelanda durante ocho meses, decidimos dar el segundo gran paso. Viajar a Asia!!!
Habíamos escuchado muchas cosas que me hacían temerle. Pero a todas las ciudades y países del Sudeste. No discriminaba jaja.
Que todos te quieren estafar, que te roban ni bien te descuidas, que la gente no quiere ayudarte, miedo al idioma… No sé, miedo a lo desconocido diría yo.
Para colmo, les cuento algo gracioso. Unos días antes de decidir viajar a Asia, habíamos estado mirando una película, seguramente la conozcan, «Sin escapatoria», en donde, en resumidas cuentas, Asia era lo peor que podía pasarte.
Obviamente esa era la película que yo me hacía en mi cabeza. La realidad es que está muy lejos de la realidad.
Todo eso eran simplemente miedos a lo desconocido. Asia es hermoso, y se lo recomendaría a cualquiera. Todos somos merecedores de conocer esos países alguna vez en la vida. Asia fue lo mas lindo del viaje!!
La cuestión es que al final nos decidimos a viajar. Los meses pasaban super lento una vez que ya habíamos dado el primer paso. Eran muchas las expectativas, y la ansiedad por estar ahí.
Lo que al principio era miedo a lo desconocido, se transformó en una ansiedad terrible por ver algo nuevo.
Llegamos a Bali un día de semana a las 11 de la noche. Veníamos de una temperatura de -6 grados en Queenstown, Nueva Zelanda, y llegamos a Bali con una temperatura que superaba los 30 grados! Mucho calor. La primera impresión no fue del todo buena. Gente y mas gente que se te abalanzaba encima tuyo para ofrecerte un taxi, al grito de Taxi, Taxi, Lady, Taxi!!
Habíamos reservado un Uber, pero nuestra experiencia no fue tan buena. Los Uber, no estaban pudiendo entrar al aeropuerto de Denpasar, debido a la cantidad de quejas de los taxistas locales. Así que bueno, de alguna forma había que llegar al hotel que teníamos reservado en Kuta.. tomemos un taxi entonces!!
Así fue como nos decidimos a tomar un taxi de la compañía local después de un par de vueltas, y de ver que el Uber nunca llegaba.
El viaje fue estupendo, el chofer del Bluebird (así es como se llama la compañía local), super gentil, nos recomendó lugares para pasear y nos fue contando un poco de la movida que se había originado en Bali, cuando cada temporada llegan infinidad de surfistas desde Australia.
Ese día llegamos cansadísimos, un día agotador donde ni siquiera te acordás como se hace un check in. Pero finalmente ahí estábamos, listos para al día siguiente, disfrutar del maravilloso Bali.
Bienvenidos!!!